Enero sigue siendo uno de esos fríos meses del año y por ello hay varios factores que influyen de forma positiva y varios de forma negativa en nuestro organismo. Es cierto que en invierno las varices sufren menos, el frío hace que la sangre no se estanque y que no sintamos esa pesadez de piernas que el verano nos trae.
En cambio, esto no lo es todo. En invierno nos da más pereza salir a la calle, ir al gimnasio… Y eso puede conllevar a una vida sedentaria que empeorará la salud de nuestra circulación sanguínea. Además, ¿cuántas comidas y cenas con excesos hemos tenido este último mes? El consumo abundante de sal y grasas saturadas puede aumentar la viscosidad de la sangre y por tanto dificultar su circulación.
Por tanto, a pesar de que en invierno nos notaremos más ligeras y ligeros, las piernas no nos pesarán tanto y no sentiremos dolor en las extremidades, debemos ponernos las pilas para llegar a verano con una mejora del retorno venoso. Hacer ejercicio, comer sano, usar calzado adecuado y ropa no muy ceñida y masajear las piernas todas las noches pueden ser algunos de nuestros propósitos para este 2019.
Hay que cuidarse todo el año puesto que cada estación tiene su lado positivo y su aspecto negativo.