Durante el embarazo se incrementan los niveles de hormonas como los estrógenos, causando que los vasos sanguíneos proliferen y se dilaten, lo que origina diversos cambios que pueden observarse en la piel: arañas vasculares, eritema palmar, varicosidades, edema de cara y manos y algunos otros. En este caso nos centraremos en conocer y tratar las venas varicosas.
Para facilitar el desarrollo y crecimiento del bebé, el torrente sanguíneo de la madre aumenta entre un 40 y un 50% durante estos meses. Este cambio afecta a todo el sistema circulatorio, sobre todo a los vasos sanguíneos. Además, durante la gestación también se produce un aumento de la coagulación para que cuando llegue el momento del parto pueda haber un rápido control del sangrado.
Muchas mujeres que nunca han tenido varices ven cómo en el embarazo comienzan a salirles en las piernas, mientras que las embarazadas que ya tenían arañas vasculares, comprueban como éstas se vuelven más grandes y aparecen nuevas.
En cualquier caso, en las fechas posteriores al parto tienden a mejorar, normalmente entre 3 y 7 meses después. Por este motivo, los especialistas recomiendan esperar un tiempo prudencial antes de tomar ninguna iniciativa para tratarlas tras el parto. Además, es frecuente que el problema aparezca de nuevo en los siguientes embarazos, incluso en los mismos lugares originales de la primera vez.
¿Cómo hacer que mejoren tras el parto?
– Da un paseo durante al menos media hora todos los días. Puedes aprovechar y hacerlo con el bebé.
– No cargar en exceso con el bebé si vas a estar de pie durante mucho tiempo. Coordínate con tu pareja para distribuir estas tareas.
– Intenta dormir sobre el lado izquierdo para no presionar la vena cava inferior que está en el lado derecho.
– Estos meses se está mucho en casa, así que aprovecha para elevar las piernas en el escritorio, sofá, banquillo o una silla, tan a menudo como puedas.
– Usa medias de compresión: sirven para mejorar la circulación.
– Controla el peso: los kilos de más que quedan tras el parto tienen que ser vigilados para poder restaurar el peso inicial lo antes posible. Para más información para el control de la alimentación con varices puedes leer este artículo.
– Realizar ejercicios de rotación: se trata de girar el pie en un sentido y en otro para favorecer la circulación de las venas. Aquí puedes aprender más ejercicios para mejorar la circulación.
Fuentes: